No hay destino escrito y si no lo hay; entonces hay que escribirlo uno mismo. Porque la existencia precede a la esencia.

martes, 12 de abril de 2011

Oh quepis, quepis, qué mal me hiciste (Con o sin nostalgia, 1977)



“1. El obrero le dijo al militar progresista: “Buenas intenciones tal vez, pero serás mandón hasta la muerte”. El militar progresista le dijo al blanco nacionalista: “¿Querés que te sea franco? Tu reforma agraria cabe en una maceta”. El blanco nacionalista le dijo al Batllista: “Lo que pasa es que ustedes siempre se olvidan de la gente del Interior”. El batilista le dijo al demócrata cristiano: “Yo escribo dios con minúscula ¿y qué?” El demócrata cristiano le dijo al socialista: “Comprendo que seas ateo, pera jamás te perdonaré que no creas en la propiedad privada”. El socialista le dijo al anarco: “¿No se te ocurrió pensar por qué ustedes no han ganado nunca una revolución?” El anarco le dijo al trosco: “Son un grupúsculo de morondanga”. El trosco le dijo al foquista: “Estás condenado a la derrota porque te desvinculaste de las masas”. El foquista le dijo al bolche: “También ustedes tuvieron delatores”. El bolche le dijo al prochino: “Nosotros nos apoyamos en la clase obrera: ¿también en este nos van a llevar la contra?” Y así sucesivamente. “Apunten ¡fuego!, dijo el gorila acomodándose el quepis, y un camión recogió los cadáveres.

2. El batllista le dijo al blanco nacionalista: “Y bueno, hay que reconocer que ustedes han tenido a veces una actitud antimperialista que nos faltó a nosotros”. El blanco nacionalista le dijo al socialista: “Quizá a mí me falta tu obsesión por la justicia social”. El socialista le dijo al demócrata cristiano: “Yo creo que nuestras discrepancias acerca del cielo no tienen por qué entorpecer nuestras coincidencias sobre el suelo”. El demócrata cristiano le dijo al anarco: “¿Sabes qué rescato yo de tus tradiciones? Ese metejón que tienen ustedes por la libertad”. El anarco le dijo al prochino: “Pensándolo mejor no está mal que se abran las cien flores”. El prochino le dijo al bolche: “¿Qué te parece si hacemos una excepción y coincidimos en eso de la justicia social?” El bolche le dijo al trosco: “Ojalá fuera cierto lo de la revolución permanente”. El trosco le dijo al foquista: “¡Ustedes por lo menos se arriesgan, carajo!” El foquista le dijo al militar progresista: “No creo que ustedes, como institución, vayan alguna vez a estar del lado del pueblo. Pero puedo creer en vos como individuo”. El militar progresista le dijo al obrero: “Cuando suene aquello de Trabajadores del mundo uníos, ¿me hacés un lugarcito?” Y así sucesivamente. “Apunten” dijo el gorila acomodándose el quepis. Entonces los soldados le apuntaron a él. Por las dudas no gritó: “¡Fuego!” Se quitó el quepis, lo arrojó a la alcantarilla, y algo desconcertado se retiró a sus cuarteles de invierno.”

3 comentarios:

  1. buena moraleja. creo que la idea consiste en que no nos debemos de enfocar en lo que nos separa, en nuestras diferencias, sino enfocarnos en trabajar en las cosas en comun(que cualquiera sabe que son muchas) y de esa manera se lograrian algunas cosas.
    Divide y venceras!
    por eso los capitalistas continuan ganando: porque astutamente unidos se encargan de desunirnos.

    buen texto. es digno de analisis.

    lastima que ningun imbecil te lo haya comentado.
    si las energias que invierten en el glorioso chatt la invertieran en el blog, este blog seria muchisimo mas efectivo. pero esta gente esta mas preocupada en enviar sus caritas felices por el chatt..

    bueno ya mucha negatividad.
    buen texto. pronto te mando algo yo.
    agur

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  2. Sí, me gustó mucho ese texto de Benedetti, cualquier pequeña diferencia (y única a veces) hace que se separe toda una idea de otra. No hablemos sólo de ideologías de organización social, también puede ser cultural (música, teatro, pintura). A veces le echo la culpa al mismo sistema, no creo equivocarme.

    De hecho, el texto lo publiqué para crear cierto análisis entre los plebes, pero al parecer no es tan interesante, cago en la ostia.

    Bueno Rino, nos vemos ahora, llevo algunas anotaciones de la película.

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  3. No os preocupeis, siempre queda el imbecil que comenta.

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