¡Que importan ya los dioses! (Rino Futiló 2011)

El  otro error que cometí con el comunismo y anarquismo fue considerar que una vez instaurados tales doctrinas, perdurarían eternamente.

Pensaba de ambas ideas, que eran como una página dentro de un libro, en el cual la sociedad al leer tal libro, se toparía con tales páginas (que son el comunismo y el anarquismo) y por ser tan agradables dichas paginas la gente permanecería en ellas siempre. Mi opinión ha cambiado. Ahora opino que la gente querrá darla la vuelta a tales páginas y leer la siguiente y eventualmente hacerlo nuevamente.

“Malvadas llamo, y enemigas del hombre a todas esas doctrinas de lo Uno y lo Lleno y lo Inmóvil y lo Saciado  y lo Imperecedero”

Creo que todos buscamos trascendencia y sentirnos importantes. El creer que llevas a cabo algo que existirá siempre te hace sentir trascendente e importante.

Pero al percatarme de lo necesariamente perecedero de toda doctrina social, tuve sensaciones de ser una especie de tipo que se introduce en un sitio que aún no es, pero será, sin embargo como todo lo que fue y pereció, también yo seré arrojado en algún momento por ya haber caducado y me sustituirán con alguna otra cosa estúpida que inventa la sociedad. Eso último me frustra bastante.

Al mismo tiempo, ya supere tal acontecimiento. Ahora me sede tal herida con hacerme a mí mismo pensar que el crear y destruir doctrinas es la gran salvación de sufrimiento.

 El dios capitalismo será sustituido por el dios comunismo o dios anarquismo. Algún día otro dios sustituirá tales dioses por otros.

¡Sabed, por último, que no hay nada más frecuente que hacer el mal por el simple placer de hacerlo!

¡Y que se destruya todo lo que en nuestras verdades puede ser destruido!

¡Hay mucho que construir todavía!

Una ocasión me preguntaron: ¿eres anarquista?

No. ¡Soy ateo! Enemigo de todo dios.

¡Que importan ya los dioses!